¿Quién dijo que aquí no brillaba el sol?

Jelu!

En efecto amig@s! Esta semana que está apunto de acabar se despide dejándonos con un buen sabor de boca. Ha hecho "calor" y ha brillado el sol hasta tal punto que incluso me he quemado! Eso sí, a mí, a diferencia de muchos de aquí, se me ha transformado en moreno y no en rojo-cangrejo.

Por fin empecé a complementar mi labor en Wallace College, con un día de trabajo en los "ceilidhs" de un amigo, [baile escocés], que se hacen todos los miércoles en el instituto St. Thomas of Aquins. Me alegra volver a tratar con Scott, el acordeonista al que le encanta que le llame "gamberrou".

TENEMOS FRIGORÍFICO NUEVO!!! [El anterior tenía más años que la maleta de Lola Flores]. Por lo que ya podremos hacer comidas en condiciones sin temor a que se nos pongan malos los alimentos. Prueba gráfica para que Doña Raquel Viñuales se quede tranquila en cuanto al tema de mi dieta alimenticia:

Robert, [el dueño de la casa y también compañero de piso], se puso contentísimo cuando le ofrecimos un poco. No dejó nada en el plato!!! Rechupeteó los huesos hasta dejarlo casi como marfil!!!

También os dejo algunas imágenes de estos últimos días tan fantásticos y brillantes:

Ayer, muy atrevidas nosotras, con camisetas de tirantas, pantalones cortos y chanclas, nos encaminamos hacia la playa de Portobello. ¿Qué pasó? Pues que comenzó a hacer un viento gélido brutal y duramos 10 minutos sentadas en la arena antes de pillarnos un bus de vuelta con todo el cuerpo cortao.

- Fin de la conexión. -